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miércoles, 17 de octubre de 2018

Reto Lector #10: Drácula de Bram Stoker

                “Sus ojos realmente echaban chispas. El rojo fulgor que despedían era espeluznante, como si en ellos ardieran las llamas del infierno” (P. 75)


    Drácula, ¿necesita presentación? El famosísimo conde Drácula de Transilvania, inspirador de películas, juegos y otras expresiones culturales, es un gran señor muy adinerado y también el mayor de los enemigos de la humanidad: es un vampiro, un upir, un chupasangre.

    Pero Drácula, la novela de Bram Stoker, es en realidad sobre Jonathan Harker, un joven abogado que trabaja en bienes raíces y que tiene una oportunidad laboral importante si va a Transilvania a tramitar un contrato con el mismísimo conde Drácula. Naturalmente, nuestro protagonista no tiene la menor pista de que va a la guarida de un vampiro.

    Al llegar a Transilvania los aldeanos del pueblo le advierten que no se dirija al castillo del conde, pues está maldito, pero hace caso omiso a las advertencias. Tras llegar a la morada de Drácula todo comenzará a a teñirse de extraño, la presencia de la muerte y la putrefacción están allí; si en un principio Jonathan intenta justificar todo lo que sucede como una extravagancia, su estancia obligada en el lugar significará presenciar las cosas más horrendas y extraordinarias. Las advertencias eran ciertas. Luego de varias peripecias, Jonathan logrará escapar del castillo y volver a su país.

    Pero la pesadilla de Drácula no termina, pues éste decide marchar a Inglaterra. Grande será la sorpresa de Jonathan, quien habiendo regresado al cuidado de su amada esposa, Mina Harker, aún se encuentra en shock por su experiencia en Transilvania. La visión de Drácula y la interrupción en sus vidas significará el ingreso de personajes como Lucy, Morris, Van Helsing, entre otros, siendo Mina, el personaje más fuerte de esta novela.

    Una de las gracias de esta obra es que su estructura se constituye de cartas y extractos de diarios de vida, todo lo que sabemos de la historia es lo que los personajes nos revelan de ella desde sus puntos de vista.


Mi lectura:


    En lo personal había leído Drácula más de una vez, pero está ocasión leí la preciosa edición de la editorial Austral. Es una edición y traducción impecables. La portada es simple pero elegante y la tapa dura hace de esta una edición lujosa. En lo personal espero que me acompañe muchísimo tiempo, porque Drácula es para mí un texto al que regreso con frecuencia.

    En esta lectura disfruté mucho de la narración, intentando ver en detalle cada personaje y cada historia. En esta ocasión me centré mucho más en Jonathan y sus debilidades, en Mina y su fortaleza, es ella el personaje más fuerte de todos quienes allí aparecen, incluso más fuertes que todos los hombres que van a enfrentar a Drácula. 

    Podemos también leer la clave de la oposición entre Lucy y Mina, dos personajes que están estructuralmente muy relacionados, no son solo amigas, sino que se complementan dentro de la estructura. En este libro, si bien una mujer es el tronco de la obra, no aparecen muchos personajes mujeres, sino que son los hombres los que llenan está novela de principio a fin, cada uno con personalidades muy diferentes unidos por el amor a una mujer (Lucy inicialmente).

    Otro de los personajes importantes es sin duda alguna el querídisimo Van Helsing, el símbolo de la sabiduría dentro de la obra. Releí a los personajes con menor prejuicio posible, pero hay algunas ideas que no cambiaron de mis lecturas anteriores, como mi opinión respecto al personaje de Lucy, tan querido y tan superficial a la vez, para mí no es precisamente un personaje querible. En  esta ocasión, si me llamó poderosamente que en ocasiones el sacrificio de Mina  fuese excesivo, aunque este se podría justificar porque es un personaje angélico, en oposición -en este caso- al personaje demoníaco que es el conde Drácula. 

    Un punto que me gusta de esta y otras obras de vampiros del siglo XIX, es la construcción de personajes tan opuestos y que lo demoníaco -lo oscuro, la muerte, la maldad- se manifieste de manera tan evidente y tan cruda, pero a la vez tan integrado a la sociedad. En estos personajes no existe algo así como la redención, pues no hay espacio para otra cosa que la maldad.

    Respecto a la estructura, es una parte que sin duda gocé. Disfruto de los géneros referenciales como el diario de vida o las cartas, así que verlas como parte de la ficción me hace disfrutarlo; genera una constante expectación en el lector, porque no tenemos control alguno respecto de la información a la que tendremos acceso y estamos conscientes de que no podremos obtener todo lo que queramos porque no hay un narrador omnisciente que nos permita entrar en lo más profundo de la mente de los personajes; a menudo tenemos que conformarnos con la superficie, con lo que son capaces de confesar en su diario o en las cartas, pero no tenemos el acceso ilimitado de un narrador que nos cuenta lo que sus personajes quisieran callar. Tampoco podemos conocer todas las aristas de la narración, sino que fragmentos.

    La historia sucede al inicio muy lento, pero mientras avanzamos la acción ocurre mucho más rápido. Se desarrolla en dos espacios principalmente: Transilvania e Inglaterra. No es menos importante este punto, una ciudad “desarrollada” frente a un lugar “rural” es una oposición clásica. La civilización es la de las ciencias y el progreso, que se opone al espacio de “creencias”, a lo “mágico” del pueblo. Son también las dos caras de un época. La ignorancia es la que hace creer en hechos sobrenaturales, por eso la llegada de Drácula a Londres es tan importante: lo sobrenatural se vuelve innegable.

    Esta novela ha resistido los años y hasta el día de hoy es un referente en la cultura, en el cine, en los cómics o en la música. La resistencia al olvido de esta novela es porque la historia atrapa, porque habla de un tema que trasciende el tiempo para los seres humanos: el mal. El mal que se manifiesta de diversas formas, en la época de Bram Stoker se manifestaba en un aristócrata frío y altanero. Al leerlo sabemos que la lucha contra Drácula sigue vigente, pero ¿cómo se manifiesta el mal ahora? 
    Por cierto, con esto cumplo el reto lector del mes de octubre sobre lectura de horror sobrenatural, por lo que pronto comenzaré a ver que leeré para noviembre.
   
   Si quieres saber más de literatura de horror sobrenatural del siglo XIX, te invito a revisar el post que escribí sobre el tema, pincha aquí!

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